Crean por accidente 'software' musical

Por Antimio Cruz

REFORMA


(10 Febrero 2004).-

Desarrolla Machover más de 100 programas de cómputo para hacer música

El programa de computación Hyperscore, que permite a los visitantes de Papalote Museo del Niño componer piezas musicales sin que tengan conocimientos teóricos de música, comenzó a raíz de un accidente en laboratorio, afirmó en entrevista Tod Machover, creador del software y fundador del proyecto internacional Toy Symphony (Sinfonía de juguete).

Especialista en música y electrónica, Machover dirige el Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en la ciudad de Cambridge. Ahí ha desarrollado más de un centenar de programas de cómputo para que los movimientos del cuerpo, instrucciones de voz y combinaciones de colores en una pantalla se vuelvan música.

"Todo el proyecto se originó por accidente en 1991, cuando trabajaba con el violoncelista japonés Yo-Yo-Ma para medir la velocidad de sus movimientos usando dos antenas conectadas a un chip especial", cuenta Machover.

Durante una visita a Papalote Museo, narra que durante los experimentos con Yo-Yo-Ma, el chip comenzó a volverse loco cada vez que la mano del músico se aproximaba a la antena.

"Podíamos fingir que tocábamos el cello y las antenas seguían registrando señales, lo cual nos provocó muchos problemas pero nos llevó a descubrir que el cuerpo del músico jalaba electricidad de una manera modulada y que esa corriente correspondía a escalas parecidas a la música que interpretaba".

El hallazgo fue el principio de una nueva línea experimental que llevó al investigador a inventar y patentar instrumentos como el Hypercello y el Drum Boy que generaban notas musicales a partir de movimientos de los brazos o golpes sobre cojines.

La versión más avanzada de esos instrumentos, Hyperscore, fue usada por niños mexicanos de entre 6 y 13 años para componer algunas de las piezas musicales con las que fue inaugurado el Domo Digital Banamex, el pasado 3 de febrero.

"Una idea que siempre me impulsó fue cómo lograr que los niños hicieran música sin necesidad de haber estudiado durante años composición o armonía, quería que hicieran con sonidos algo similar a lo que ocurre cuando les das papel, colores y tijeras", añade.

En la década de los 90, el investigador comenzó a reunir un grupo de científicos y artistas, para diseñar toda una serie de programas y herramientas de interfase para hacer música.

Asimismo, Machover condujo el proyecto Brain Opera (Opera Cerebro) con el que personas comunes podían interpretar música en 100 instrumentos musicales diferentes sin siquiera tenerlos en sus manos.

"Ese proyecto, que ahora se exhibe de manera permanente en la Casa de la Música en Viena, fue el que nos condujo a esta última etapa llamada Toy Symphony, ya que vimos que las personas que más se interesaban en componer nuevas piezas musicales eran los niños y las personas mayores de 65 años, quienes tienen la mente más abierta".

El programa de computación diseñado para niños y que desde hace tres meses se instaló en el Museo del Niño, en México, consiste en una pantalla con símbolos de colores que representan notas musicales y que pueden ser colocados en el orden que los pequeños decidan para crear diferentes armonías.

 

 

Músico y científico

 

Nacido en Nueva York en 1953, Tod Machover estudia simultáneamente composición musical en la Escuela Juilliard y computación en la Universidad de Columbia.

Entre 1978 y 1985 es compositor invitado en el Instituto Francés para Investigación de la Música. Ingresa al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a los 34 años de edad e inventa instrumentos virtuales para ser ejecutados por no especialistas.

Funda el Laboratorio de Medios en MIT y el proyecto Opera Cerebro, con más de 100 instrumentos virtuales.